Ya lo veis, allí estaban todos!!!
Tenía delante de mi a cientos de fotógrafos y a todos los que mandan en la Comunidad de Madrid y más allá. Era la gran oportunidad y no podía dejarla pasar. Me llegaba por azar y era necesario aprovecharla. De eso quiero hablar en esta entrada de hoy.
En las celebraciones del Dos de Mayo me habían puesto una condecoración y me sentía feliz. Eso, que me sentía feliz, es lo primero que solté cuando tuve un micrófono delante ya con mi medalla en la solapa. No era una pose, ya no estoy para mascaradas ni disimulos, a ciertas edades todos los halagos son pocos como recordaba don Ramón Carande y dije lo que sentía con la mayor naturalidad.
Con todo, con toda mi felicidad a cuestas, no dejaba de darme cuenta de que el clima que se respiraba en ese acto solemne en la Real Casa de Correos de la Puerta del Sol no era para tirar cohetes. Hacía tan solo unos días que la presidenta de la Comunidad había dimitido y el ambiente era tenso y expectante: caras de circunstancias, miradas furtivas, cámaras en busca de los mínimos gestos, de algún que otro desplante, de conversaciones y corrillos en los que a lo mejor se estaba hablando del tiempo o del fútbol, pero cualquier cosa despertaba sospechas…
A mi todo eso no me interesaba nada. Ya lo había mandado a paseo hace tiempo. Estaba en otra onda y no me dejé contagiar en ningún momento del clima enrarecido que dominaba el acto. Yo iba a lo mío, a lo que me interesaba. El azar, ya lo dije, me había puesto delante una oportunidad con la que nunca hubiera podido soñar y tenía que aprovecharla. Si echáis un vistazo a la foto del comienzo podréis comprobar la categoría de mis potenciales oyentes. Era insuperable y además no podían huir. Se trataba de audiencia “cautiva”: todos ellos tendrían que aguantarme al menos durante el minuto que me había concedido. Lo multipliqué por más de tres: hablé casi cuatro minutos. Tenía algo escrito para la ocasión pero se me había perdido. Decidí que eso no importaba y me lancé al ruedo ligero de equipaje y sin red. Era mi “momento de gloria”, mi gran oportunidad para decir lo que quería decir sobre el Parque Nacional, de la Sierra de Guadarrama el gran patrimonio natural de Madrid, y, para mi, su mayor tesoro. De eso iba la distinción que me habían concedido y de eso quería hablar. Lo que dije lo tenéis en en este ARCHIVO.
Recordé el pasado que nos ha traído hasta aquí, recordé el movimiento guadarramista de nuestros días y la trayectoria ejemplar de la Institución Libre de Enseñanza y de don Francisco Giner de los Rios, “el viejo alegre de vida santa”. Hablé al final de mis nietos, para mis nietos y para todos los nietos de los que viven en Madrid. Creo que a los míos, que estaban allí tan contentos, les gustó ver a su abuelo recibir un premio y escucharme decir lo importante que es la Sierra de Guadarrama para Madrid, mi preocupación y deseo para que ellos la sigan disfrutando y cuidando. Ellos y las futuras generaciones.
De todo eso hablé y naturalmente mi audiencia cautiva tuvo que seguir mis palabras. Me dejé llevar y espero que algo de mi mensaje apasionado quedara en las mentes de los políticos que llenaban la sala. Eran otras sus preocupaciones en esos momentos de tensión, pero me pareció a mi que el aire del Guadarrama aportaba un respiro y una lección: ante la grandeza de la montaña los problemas de la pequeña politica no son nada. Terminé con el gran Enrique de Mesa: “corazón vete a la sierra y acompaña tu sentir con el tranquilo latir del corazón de la tierra”.
Cuanto me alegro Antonio de este premio tan merecido y que así hayas podido hablar sin tapujos a estos políticos que tanto tienen que aprender de tus palabras. Enhorabuena amigo Guadarramista!!!
Un fuerte abrazo
Enhorabuena, Antonio. Hiciste bien.
Un gran abrazo,
Miguel Ángel
Tampoco hubiera estado mal como título, Antonio, parafrasear a Jacques Monod. Ya sabes: “El Azar y la Necesidad”. Cuánto azar en la famélica legión de tu audiencia cautiva. Cuánta necesidad de amarrarse a sus asientos, en estos tiempos tan sespirianos, de ruido y furia. Vi la entrega de las distinciones en un reportaje especial de Telemadrid. Pero, perverso como soy, llegada la hora de los telediarios fui saltando de cadena en cadena. Todas cubrieron el acto… Pero ninguna prestó más de tres segundos a los homenajeados. Todo el tiempo, todas las cámaras, todos los micrófonos eran para esos necesitados hijos del azar. Siempre hambrientos por redundar en su estomagante ritornello de frases hechas, de declaraciones sumarias, de conjeturas electorales, de rebatiñas por el poder y más poder. De entre todos ellos, solo te escuchó con cierto decoro, la mano en la boca, la mirada centrada, Ángel Gabilondo. Algo me dice que estaría encantado de que alguien le invitase al próximo Aurrulaque, aunque sea para llevar la cesta de la merienda. Y aquí lo dejo.
Enhorabuena grande y merecida por tu medalla y por tus palabras.
ENHORABUENA Antonio
Cautivos estaban, Antonio, los que en la caverna de Platón creían que la realidad era su sombra. Acompasemos, en efecto, nuestro sentir con el corazón del Guadarrama. Y ¡ por muchos años ! Abrazos “acompasados” con la sal de la Tierra,
Eduardo
Pero mi queridísimo Antonio! mi mentor!
Me sorprendes con esta entrada de hoy al blog donde recibes la distinción del 2 de mayo! Una mas en tu vida, pero una por lo que ha sido tu vida. La sierra de Guadarrama!
Me he conmovido hasta el tuétano con tus palabras, cortas pero mas que sentidas y la cita … Corazón sube a la sierra….
En algún momento, ojalá se dé, cualquier pico de esa bella y querida sierra debiera llevar tu nombre, o los senderos que la surcan o el parque mismo. Cuanto hemos aprendido de ti, de tu tenacidad y empeño para llevar a política pública el paisaje de Madrid y su mas preciado tesoro.
Me he alegrado y cuanto por esa cruz enorme que te colgaron de la solapa, desfarelaba el traje pero brilla como estrella! la tuya!!!!
Bravo Antonio, mil veces bravo!!!!
!Enhorabuena Antonio! Por la merecida condecoración y por el maravilloso discurso
Felicidades Antonio por tu medalla tan merecida.Y gracias por tus palabras. En medio de tanta gente preocupada por sus problemas y peleándose entre ellos es reconfortante recibir una lección de generosidad.¿Recuerdas el lema “abriendo caminos” en un libro que publico la Fundación en conmemoración de algo que no recuerdo?.
Un fuerte abrazo, Antonio
Para que quede recogido en tu blog, repito aquí, Antonio, el texto del WhatsApp que te escribí el mismo día de tu íntervención. Decía así:
“Finalmente, hemos podido ver completa tu intervención de hoy en la Comunidad de Madrid recibiendo la Cruz de la Orden del Dos de Mayo; y hay que felicitarte muy de veras por tus atinadas palabras en el acto para decir cosas tan bonitas y acertadas como las que dedicas a la Sierra, que nos haces sentir y hasta ver con la cita a la “graellsia isabelae”, que yo vi incluso revolotear por la sala; tu mención necesaria a nuestro admirado Eduardo Martínez de Pisón y a Peñalara y su actual presidente; tu acertadísima referencia al adorado Giner de los Ríos, a esa su Institución Libre de Enseñanza, y al espíritu regeneracionista, de oportunísima actualidad; tu guiño a los nietos, todos felices y gozosos con ese abuelo…
En fin, felicitaciones por todo; hasta por ese regalo que al final nos haces con el recitado de los preciosos versos de (¿quien mejor?) Enrique de Mesa, dedicados al Guadarrama.
¡Ese es mi Antonio, mi queridísimo amigo Antonio!
Un fortísimo abrazo.”.
Para que quede recogido en tu blog,transcrcibo ahora, Antonio, el mensaje de WhatsApp que te envíe el día de tu intervención. Dice así:
“Finalmente, hemos podido ver completa tu intervención de hoy en la Comunidad de Madrid recibiendo la Cruz de la Orden del Dos de Mayo; y hay que felicitarte muy de veras por tus atinadas palabras en el acto para decir cosas tan bonitas y acertadas como las que dedicas a la Sierra, que nos haces sentir y hasta ver con la cita a la “graellsia isabelae”, que yo quise ver revoloteando en la sala; tu mención necesaria a nuestro admirado Eduardo Martínez de Pisón y a Peñalara y su actual presidente; tu acertadísima referencia al adorado Giner de los Ríos, a esa su Institución Libre de Enseñanza, y al espíritu regeneracionista, de oportunísima actualidad; tu guiño a los nietos, todos felices y gozosos con ese abuelo…
En fin, felicitaciones por todo; hasta por ese regalo que al final nos haces con el recitado de los preciosos versos de (¿quien mejor?) Enrique de Mesa, dedicados al Guadarrama.
¡Ese es mi Antonio, mi queridísimo amigo Antonio!
Un fortísimo abrazo.”.
Querido Antonio,
Lo que más me gusta es que con tu indisimulable naturalidad pusiste en valor la institucionalidad, ¡porque las instituciones son mucho más que las personas que las encarnan!
Que lindo; que motivo de grande orgulho. Parabéns Antônio. Segues valendo-se da vida para fazer o bem. Um testemunho e um grande exemplo.
Antonio, me he emocionado viendo como un viejo Parrao pudo convencer a tanta personalidad ilustre que se encontraban en el reconocimiento y entrega de la medalla.
Acostumbrados a tanto lector de discursos es de admirar con que claridad que expusiste las verdades del “Parquero” sin despeinarte.
A nadie se le escapó, la zancadilla que te puso Alfonso Usía cuando ibas a recoger la medalla, sin duda motivada por la envidia que te tenia en ese momento por no ser él, el galardonado.
Mi admiración por ese pedazo de cuerpazo y elegancia con el que fuiste para recoger tu merecida condecoración. Nada que ver con tu indumentaria habitual cuando nos vemos por los montes de Cercedilla, con esos pantalones de pana, esos bastones que te van pidiendo a gritos que los cambies, esas botas endurecidas y ese sombrero maravilloso de cuero envejecido, que seguramente heredaste de algún antepasado. Con razón muchos te confunden con Indiana Jones en la lejanía, hasta que en la proximidad reconocen a don Antonio. Un fuerte abrazo querido Amigo.