“Es necesario que todo cambie para que todo siga igual”
El Gatopardo
Giuseppe Tomasi di Lampedusa
Cuando en 2013 empecé a escribir este blog nunca pensé que llegaría a las cien entradas. Nunca, ni de broma. Al verme tan entusiasmado con la idea, Pedro Linares que me inició en este oficio, no dejaba de decirme que lo fácil era empezar y que eran muchos los que abandonaban pronto. Creo que dudaba de mi. Yo también dudaba de mi. Pero debo de confesar que enseguida le fui cogiendo gusto al asunto. Me iba la marcha. Miraba y volvía a mirar las primeras entradas y los primeros comentarios. Estaba tan deslumbrado con WordPress y sus posibilidades como podía estarlo un novato poco ducho en las nuevas tecnologías. Eso de ser bloguero a mi edad me rejuvenecía y nada más importante que eso cuando uno ve como van pasando los años. El caso es que, ya lo veis, he llegado a las cien entradas casi sin darme cuenta. Cien escritos son cien historias que he contado y he compartido con vosotros. Con vosotros que sois amigos todos, a quienes os veo casi todos los días, a quienes os veo de vez en cuando, a quienes ya apenas os veo. Eso es lo más importante, lo verdaderamente importante, lo que está en el fondo. Lo mismo de siempre, lo que no cambia. El propósito de los propósitos. Eso no quiero perderlo. Este blog es una especie de hilo me conecta, me engancha, me enlaza, me mueve… Seguiré, pues, dándole a la tecla y a la imaginación.
Seguiré. No tengo duda. Pero quiero seguir y quiero cambiar, las dos cosas a la vez. Lo que pasa es que no tengo claro qué y cómo cambiar. Estas cien entradas han ido adquiriendo un formato muy definido: una foto o un dibujo -casi siempre del genial Jorge Arranz-, una cita o, a veces, una canción, 800 palabras más o menos, cada quince días más o menos. No he sido muy estricto, pero he procurado seguir una pauta, un cierto ritmo. Los temas han sido tan diversos como lo es la vida, como lo son nuestros gustos, nuestros intereses, nuestras aficiones, nuestros cabreos. La primera entrada ¿Qué mosca me ha picado? era producto de eso, de un cabreo. He procurado no dejarme llevar por lo convencional, por lo impuesto, por lo que nos marca la actualidad que nos dicen los medios de comunicación, los telediarios, el mundo de la política. No sé si lo he conseguido del todo. Si debo de confesar que he tratado, en la medida de lo posible, de escribir sobre asuntos que, además de interesarme a mí, intuía que podían interesar a la mayoría de vosotros. Asuntos en los que yo hubiera participado, de algún modo, en los que hubiera tenido alguna experiencia. En la mayoría de las ocasiones me he preocupado más por contar algo, por explicarlo, por anunciarlo incluso, que por dar una opinión.
Pero no va a ser siempre lo mismo o parecido o similar. Conviene darle la vuelta a las cosas, para que duren, para que aguanten. Empecé este blog con un propósito, el mismo que ahora tengo, y, espero, seguir teniendo por mucho tiempo. El mismo, no cambia, pero creo que hay que cambiar algo para que este propósito inicial y permanente siga manteniendo el mismo fuelle. O más, si acaso.
Algo tiene que cambiar para que todo siga igual. He pensado que para eso os tengo a vosotros, mis amigos, mis lectores, también mis escribientes. Juan Cruz, mi vecino periodista del barrio de Chamberí, cuenta en “Un golpe de vida”, su último libro, que su madre le decía que siempre estaba preguntando, que se pasaba la vida preguntando. Lo tenía muy adentro desde muy temprano, su destino era preguntar, no dejar de preguntar, seguir preguntando, su destino era ser y seguir siendo periodista. Ahora yo también quiero haceros una preguntar: ¿Qué me decís? ¿Qué se os ocurre que podría hacer con mi blog? Quiero que me lo digáis como queráis: en comentarios al blog o con mensajes directos a mi correo electrónico. Pero escribidme cosas. Necesitaba haceros esta pregunta que pudiera ser una consulta vinculante, porque cada sugerencia que me hagáis me obligará, en cierto modo. Parece que García Marquez dijo que escribía para que le quisieran. A mi me pasa un poco lo mismo. A mucha gente, creo yo, le pasa un poco lo mismo. Escribimos para no estar solos. Enviadme vuestras ideas para este blog, que es mío y es vuestro. Ya tengo escritas cien entradas. Ahora, la 101, la siguiente de otras cien más, empezará a ser, con vuestra ayuda, algo distinto. Podría hacer un concurso. Podría dar un premio. Tal vez lo haga. No dejéis de escribir, amigos, ahora os toca a vosotros darle al magín.
Lo voy ha pensar, ni que decir tiene que quiero que sigas escribiendo.Tengo que decir ya, que si haces un concurso con premios, estos me gustaría que fuesen libros, suscripciones o algo que este relacionado o que sea como una ampliación de los temas que trates. Por favor, no pienses que “…por el interés te quiero Andrés…” que en este caso sería Antonio, claro. Lo que si es cierto, es que varios de los temas que has publicado, me han sabido a poco, o dicho de otra forma: me he quedado con ganas de más.
Gracias Antonio por los cien y felicidades para todos.
Para mi este blog no es solo un espacio donde tu nos cuentas historias. Allende Guadarrama es también una plaza donde nos reúnes a todos los que estamos cerca de ti, te queremos y admiramos. Un espacio nos permite leernos con respeto, conocernos entre nosotros y hacernos pensar. Vuelve a ser un ejemplo de tu “oficio de unir”.
A mi me gustaría que en esta nueva etapa que comienza, Allende Guadarrama nos permitiera descubrir cosas que te gustan. Novelas que te han marcado, películas que recomiendas, lugares, planes, citas, tiendas. Donde no te obligues a hacer textos de 800 palabras, sino que simplemente compartas, con la longitud que toque en cada momento, tu gran criterio y descubrimientos de la vida.
Hola,Ana,estoy de acuerdo contigo,como no podía ser de otra manera
Enhorabuena al centenario.blog
Bs
Lolilla
Pues yo te pido dos cosas. Que no dejes nunca de escribir, en este blog, en el periódico, en un libro, en donde quieras, pero escribe. Escribir es uno de los mejores ejercicios para el hemisferio izquierdo pero también para el derecho (en este rollito zen que estoy ahora aprendo mucho).
Y lo segundo, que nos cuentes anécdotas de esa vida tan vivida con desparpajo, con atrevimiento, y como me decías el otro día, haciendo lo te sale de… ahí (como queda escrito no sustituyo el “ahí” por tu literal). Tienes la suficiente sabiduría para que no sean las historietas del abuelo cebolleta, para que sean aquellas en las que alguien un poquito más joven que tu se ríe contigo cuando me las cuentas.
Querido Antonio
Sólo para que conste: yo no dudaba de ti, quien sería yo para hacerlo con todas las cosas que has conseguido… de hecho más bien lo pretendía era evitar que desfallecieras, que llegaras tan lejos como has llegado, y todavía más. Y para ese todavía más, reconozco que las historias que más disfruto en este blog son las más íntimas tuyas, esas escenas costumbristas de tu familia o tus amigos que elevas a la categoría de enseñanzas universales. Ánimo, y a por otras cien.
Lo que más me gusta es esa capacidad tuya de enhebrarnos mediante ese hilo de sentido común aderezado por una gotas de humor y cuarto y mitad de emociones. Y sobre todo teniendo en cuenta que algunos no nos conocemos, y que no tenemos por qué pensar y sentir lo mismo. Y tiene especial valor cuando vivimos tiempos difíciles en los que el sectarismo acampa en nuestras televisiones, nuestras radios, nuestros periódicos, nuestros políticos. Y salpica hasta la cultura en sus diversas manifestaciones. Admiro ese “oficio de unir” al que alguien ha citado en clara referencia a uno de tus libros. Aspiro a penetrar más tu universo, a escucharte, a conocer a quienes tejen tu red de diálogo. Y abundo, ya que ha salido, lo de los libros y las películas para que, como decía Borges, nos jactemos más de lo que leemos que de lo que escribimos.
Enhorabuena por este merecido centenario!
Las personas como tu, que han tenido la inteligencia, intuición y creatividad para crecer en sabiduría, aquella que va mas allá del conocimiento, no le queda otra que seguir ayudándonos a la reflexión y a despertar conciencia.
Que me gustaría? Conocer tus poetas preferidos, tus ideas sobre la trascendencia y espiritualidad, esa dimensión del ser humano que no se encierra en los limites de una religión.
Que bueno que nos des un modelo de vitalidad inasequible al desaliento, para poder cambiar y que no todo siga igual!
Te estamos muy agradecidos.
No cambie nada. Es un blog inteligente, ameno y con humor. Transmite tanta vitalidad que lo más importante es contar. Y contar lo que desee, como si estuviéramos todos alrededor suyo, escuchando…y nos estuviera contando cosas diversas, de la vida misma. Y aquí reside el encanto, en la variedad de las historias. Nunca se está solo cuando se comparte vida.
Ánimo para seguir acompañándonos.