Allende Guadarrama

Un blog de Antonio Sáenz de Miera

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“No es lo que tenemos sino lo que disfrutamos lo que constituye nuestra verdadera abundancia”

 

Epicuro.

 

Ya he contado alguna vez algo que me dijo don Ramón Areces, ese personaje asturiano que creó, como el que no quiere la cosa, el emporio de El Corte Inglés y también la Fundación que “lleva su nombre”, como se suele decir. Cuando yo le conocí y le traté se estaban dando los primeros pasos para el desarrollo de la Fundación Areces y don Ramón comenzaba a descubrir los gozos y las sombras de la filantropía. “Mire usted Miera”, me dijo un día con su llaneza habitual, “El Corte Inglés es ganar, ganar, ganar… la Fundación es dar, dar, dar…”.

Tengo la impresión de que, poco a poco, el gran empresario asturiano iba empezando a percibir  que “dar” podía llegar a ser incluso más gratificante que “ganar”. Empezó a descubrir “la inigualable sensación de dar”, que no hay nada como ser generoso, nada como poder ayudar a alguien en algo que necesita, nada como sentir que has contribuido a mejorar el mundo de alguna forma: con tu tiempo, con tu dinero, con tu actitud. Decir algo así parece ingenuo. Quizás lo sea. Pero también es cierto, es real, cuando lo estás sintiendo, cuando lo estás comprobando: dar produce bienestar, dar produce felicidad. Somos tan complicados, tan contradictorios, que el egoísmo y la generosidad pueden habitar en nosotros al mismo tiempo, casi simultáneamente. El amor propio nos lleva también a dar, a mirar por los demás, a tratar de ponernos en su piel. Parece paradójico. Lo es.

Giving Tuesday es el lema de este año de una campaña global que promueve acciones solidarias, que trata de llamar la atención sobre la necesidad de activar e incentivar la cultura de la donación. He de deciros que a mí esto de convertir cada día del año en un día “para algo” no me gusta, y menos todavía si abunda en la invasión dominante del inglés. Me provoca un rechazo inmediato. Pero tengo la impresión de que esto es harina de otro costal y me he decidido a traerlo a este blog. Es el sino de los tiempos… Qué le vamos a hacer!!! Y no queda otra que aprovechar los canales que se abren, nos guste o no, para hacer cosas con sentido, con buen sentido, que produzcan efectos buenos y duraderos…

Os contaré algo más del Giving Tuesday. La idea nació en EE.UU. como alternativa al Black Friday y al Ciber Monday, ahí seguimos con la lengua de Shakespeare, orientados a las compras de Navidad. Estos días incentivan el consumismo; el “giving” incentiva la solidaridad. La gente de la publicidad y del marketing, que son unos linces, lo saben bien y tratan de aprovecharlo al máximo. El consumismo y la solidaridad aparecen mezclados, confundidos, enfrentados. Así las cosas, la cuestión, para no complicarnos mucho, es muy sencilla, o debería de serlo: que gane el “giving”, que gane la solidaridad, ¿No os parece? Aunque sea una guerra casi imposible de ganar, creo que merece la pena dar la batalla cada año. No es tan mala idea, después de todo. “Un día para dar”, un día para que nos acostumbremos a ser generosos durante el resto del año…

El Giving Tuesday de este año será el 29 de noviembre. En 2015 participaron 35 organizaciones de 72 países que convirtieron esa fecha en una celebración mundial de la generosidad y el altruismo. Semanas antes de ese día, y ese día especialmente, a través de una plataforma web se darán a conocer acciones e iniciativas solidarias para que personas, organizaciones y empresas se animen a colaborar: causas sociales, causas culturales, causas medioambientales. Se trata de comunicar, compartir y contagiar el entusiasmo por dar, por ser generoso. Se puede participar de muchas maneras: haciendo una donación, colaborando como voluntarios en alguna actividad, donando sangre, alimentos, artículos de segunda mano, etc.

No es solo para ese día. No solo en tiempo de Navidad. No es solo para aliviar nuestras conciencias. No está nada mal que cultivemos, alimentemos y estimulemos ese impulso de dar, de ayudar, de compartir. No está nada mal que, para variar, nos comportemos con generosidad. Ya sé que la generosidad tiene un poco de egoísmo emboscado. Aquello que nos explicaba Boulding en su economía del amor y del temor. Ya no somos unos ingenuos pero tampoco podemos dejar de serlo. Porque sabemos en carne propia que cuando la generosidad triunfa sobre el egoísmo nos encontramos mejor, somos más felices. Cuando la generosidad triunfa, sobran las normas. Y cuando esto sucede realmente no hay nada mejor.

Apúntate al Giving Tuesday de 2016. En su convocatoria ha participado la Asociación Española de Fundaciones y ello es un buen aval. Apúntate el 29 de noviembre y ya no pares de dar….